viernes, 2 de agosto de 2013

Compartiendo Memoria de la JMJ. Por Marcela Ovejero*

JMJ Denver 1993.

En estos días mucho se habla de la "Jornada Mundial de la Juventud", pero no muchos saben el porqué de éstas. Esto me lleva a hacer, también a mí un poco de historia y de memoria. Memoria agradecida que merece ser compartida.

Podemos dar como año de inicio 1975, si nos referimos a la clausura con la Marcha Internacional de la Reconciliación Cristiana, en donde el Papa Pablo VI había recorrido el camino de Francisco de Asís hacia Roma.

Pero, si hay un año que marca el comienzo de las JMJ es el Jubileo de 1983-1984, Año Santo de la Redención. En aquel Domingo de Ramos de 1984, más de 300.000 jóvenes participaron del Jubileo Internacional. En dicho encuentro el Papa Juan Pablo II también entrega a los jóvenes la Cruz de la Jornada Mundial. Con más o menos exactitud, todos coincidimos en esta!
JMJ Denver 1993


Algunos se preguntaran: ¿A quiénes les debemos estos magníficos encuentros? A dos grandes amigos, a Juan Pablo II y al Cardenal Eduardo Pironio.
Y así, de esta manera comienza esta hermosa peregrinación que año tras año, Jornada tras Jornada, se va abriendo camino al encuentro de los Jóvenes con el Papa.
Yo he emprendido esa peregrinación y me ha tocado hacerla desde distintos espacios. Como joven peregrina desde Denver 1993, a París 1997, a Roma 2000 y como miembro del Comité Organizador de la JMJ en Toronto 2002. Sí, todas durante el Papado de Juan Pablo II. ¡Una bendición haberlo conocido y acompañado! ¡Y sentirme acompañada por el!
En todas la JMJ lo que se vive es una experiencia conmovedora… mientras se participa de las catequesis, los festivales, el recibimiento al Santo Padre o la misa de Clausura.
La gran variedad de personas que llegaban a cada ciudad sede para celebrar las Jornadas, me ha enseñado, en cierto modo, que según su propio camino, cada uno va construyendo la fe y la misión de todos…donde todo se comparte.
Recuerdo por allá, en París, el Papa nos dio cita en Roma para el Jubileo del 2000, diciendo "vivir para ver" y soñamos con volverlo a ver, lleno de energía. Las expectativas fueron superadas. Nadie mejor que él sabía cómo encender los corazones cuando habla de Jesús.
Para nosotros los jóvenes fue muy bueno saber que en la cabeza de la Iglesia teníamos, en aquel tiempo, un Papa fuerte, tan enérgico, tan extraordinario en toda su sencillez. Juan Pablo II sabía infundir el amor de Padre, esa es la omnipotencia del verbo que se hizo carne y habitó entre nosotros. Poquitos años más tarde su cansancio ya empezaba a sentirse cada vez más.
JMJ Canadá 2002
He comprendido que algunos acontecimientos, en nuestro camino, no suceden por casualidad. Y así después de 9 años, tuve la posibilidad de formar parte del Comité Organizador de la JMJ en Toronto 2002, la última Jornada de Juan Pablo II.
La participación en este Comité ha sido para mí un reto y ha realizado en mí un cambio. Regresé a mi país con una nueva esperanza para la joven generación del nuevo milenio y con una mayor conciencia de que Cristo me llama a ser signo vivo de esa esperanza en el lugar que me corresponde.
Todas esas alegrías, las mías y las de todos los jóvenes presentes, iluminaban la ciudad, fueron y son un importante signo para el mundo entero. La Jornada Mundial de la Juventud es también la jornada mundial de la alegría, ahora me siento feliz con tan solo recordar.
Tenés la posibilidad de encontrarte con grupos de jóvenes por todas partes participando de esa invasión pacífica, multicolor y plurilingüe. Encontrarnos es un gran don, estar juntos supone una gran fuerza. Las cosas difíciles se van facilitando, todo parece posible.
Se te pone la piel de gallina al ver a todos esos chicos y chicas, y tantas banderas que ondean juntas.
Encontrarte y reencontrarte con jóvenes, de tu misma edad, de diversos lugares del mundo con distintas historias a las nuestras, no tiene precio. Escuchar aquellas historias en donde la opción del evangelio es una opción diaria de vida y llena de dignidad, contra la pobreza y contra la guerra, a favor del respeto de las diferencias y de la protección de la vida, es emocionante. Esa opción la hacen en las calles, no con declaraciones escritas. ¡Realidades de Iglesias tan distintas! ¡Realidades de mundo tan distintos!

Cruz JMJ Canadá 2002
Todavía hoy recuerdo al Papa haciéndonos un pedido, que vayamos a "ocupar" otras plazas y otras calles, aquellas de los mundos en que vivimos y que llevemos a los demás jóvenes la belleza de las palabras que hemos escuchado y la belleza de la fe que vivimos.
Ojo. Hay que ser claros: El valor de cada JMJ no consiste en el número de participantes, sino en la experiencia de transformación que la fe en Dios puede realizar en el perdón que hace florecer, en la alegría que es capaz de despertar en la misericordia que puede alimentar en la entrega y el servicio que sabe animar.
Desde mi primera JMJ, allá por el ‘93, me ha acompañado la sensación de recibir un don, mucho más de lo que, de acuerdo con mis propios límites, estaba dando. Y a pesar de que ha sido un verdadero compromiso, no siempre fue fácil, en sentido de lo más profundo de mi misma, una fuerza, que me domina, me sigue llenando de alegría e ilumina mi vida.
Hablé de una Cruz que nos fue regalada. Esa Cruz que cargué y entregué en Domingo de Ramos de 2003 y pude reencontrar en el 2010. Al orar a los pies de la cruz, he sentido que en la cruz todo se ha hecho realidad… el mundo sin barreras que hemos vivido en toda la historia de las JMJ, el mundo redimido.
Las JMJ han sido para mí una magnifica experiencia, una inmersión en una fe verdadera… todavía ahora cuando hablo de ellas con amigos y compañeros de camino siento una alegría enorme al repensar en todo lo que sentí al ver a tantos jóvenes, a ver a millones de jóvenes.
Hoy tengo la certeza. 26 años más tarde, Latinoamérica, continente de la Esperanza recibió a SS Francisco para vivir la XXVIII JMJ, en donde los jóvenes vivieron momentos inolvidables y tan maravillosos o más, que los míos.
JMJ Canadá 2002
Doy gracias a Dios por haberme dado la posibilidad de vivir esta aventura.

*La autora formó parte de la Coordinación de la Pastoral Nacional de Juventud Argentina y del equipo organizador de las JMJ Toronto 2002.

JMJ París 1997

JMJ Roma 2000

JMJ Roma 2003

jueves, 1 de agosto de 2013

Entrevista* a Dra. Susana Nuin Núñez, Secretaria Ejecutiva del Departamento de Comunicación y Prensa del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM)

Dra. Susana Nuin Núñez. Foto: EcosCEA
A dos días de finalizada la JMJ Río 2013, ¿cuál es tu balance?
Hay distintos puntos de referencia para hacerlo. Es la segunda vez que América Latina hospeda y genera una Jornada Mundial de la Juventud. La primera en Buenos Aires (1987) y la segunda en Río. Lo que se ha percibido es una madurez nueva en los jóvenes. Ellos vienen a la Jornada con el interés de vivir un acontecimiento que es no turístico únicamente, que no es conocer otras culturas únicamente —todo valioso para un joven— pero que es vivir un momento de encuentro y convivencia con los otros jóvenes. Me parece que esto se percibió inclusive en los grupos. En ese sentido la Jornada hizo un aporte en las distintas instancias previas, que se podrían denominar catequísticas o de misión, que han sido valiosas. El encuentro con el Papa Francisco fue un encuentro cara a cara. Porque la impresión es que, si bien tenía un público multitudinario, logró crear silencios, instancias casi dialógicas aun con una multitud. Los imputs que el Papa Francisco manifestó en su discurso de la vigilia eran muy tocantes del corazón de los jóvenes. Los jóvenes se han sentido muy interpelados y al mismo esperaban eso.

Sobre el discurso del Papa Francisco al CELAM, ¿cómo lo leés?
Fue un discurso muy importante. Marca un rumbo. Es la primera vez que un Papa habla con un equipo de coordinación del CELAM. Hasta ahora los encuentros habían sido en función de las grandes conferencias: Medellín, Puebla, Santo Domingo (con presencia de delegado papal) y Aparecida con Benedicto XVI; Río, no. Cuando hace dos meses la presidencia del CELAM visitó al Papa y él se enteró de que íbamos a estar en Río dijo: Yo quiero hablar con los obispos. Éste fue un encuentro deseado, no fue sólo un encuentro agendado. Fue mucho más. El discurso tenía el sabor de alguien que es un hijo del episcopado latinoamericano pero que a su vez habló desde su lugar de padre y de hermano. Porque él dijo que hablaba como obispo a obispos. Por un lado, siento que cuenta con el episcopado latinoamericano a sus espaldas, es algo que es patrimonio suyo también. Por otro lado, él usó muy bien una metáfora: el obispo camina adelante conduciendo al pueblo de Dios; camina al costado provocando unidad, acompañando; y también detrás por si queda algún rezagado. Creo que el discurso tiene estas tres figuras: estableció pautas hacia el futuro, fotografió ciertas realidades y empujó diciendo "atención que estamos atrasados". Siento que fue un discurso hecho en la verdad, en el que habló a corazón abierto, ante un público que lo podía entender y valorar. Y no era para los cuarenta y pico de obispos presentes; era para los casi mil obispos de América Latina. Casi 600 obispos participaron en la JMJ Río 2013, por lo tanto este discurso ha corrido, sin duda. Es un discurso que llama esencialmente a la conversión pastoral.

Vos sos una mujer de comunicación. ¿Qué interpretás de la comunicación del Papa Francisco?
Finalmente se han encontrado dos caminos en el Papa Francisco: el camino de la palabra y el camino del testimonio. Esto seguramente habrá estado en todos los Papas; alguno enfatizó más el discurso, el razonamiento sobre el discurso, la reflexión; otros quizás intensificaron gestos de otro estilo. Es bueno más que comparar distintos pontificados, captar su originalidad. El pontificado de Francisco va a marcar un giro importantísimo en la historia de la Iglesia. Los gestos vienen de las actitudes. Las actitudes vienen de lo que uno quiere vivir y ser. Hay un momento en el que el testimonio pasa a ser expresión del pensamiento, la palabra y la actitud. Eso es tremendamente valioso.

*Esta entrevista se llevó a cabo en la Casa de la comunidad de las hermanas de Madre Cabrini, Tijuca, Río de Janeiro, el martes 30 de julio de 2013, y ha sido editada para una mejor comprensión de su contenido.

miércoles, 31 de julio de 2013

Entrevista* a Monseñor Eduardo García, Obispo Auxiliar de Buenos Aires, Miembro de las Comisiones de Comunicación de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) y del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM)


Acaba de terminar la JMJ Río 2013 han recibido de parte del Papa Francisco un baño de gestos, palabras, acciones, de cariño. ¿Cómo evaluás la JMJ?

Mons. Eduardo García. Foto: EcosCEA
Un paso de Dios. Ha sido maravilloso. Y es Dios el que pasa porque solamente así se puede entender que 3 millones de jóvenes hayan estado en la playa para no ver al Papa sino saber que estaba, porque lo veían por pantalla y era un puntito blanco, pero sin embargo vivir esta experiencia fuerte de Iglesia de saber que donde dos o más están reunidos Él está en medio, el Señor Jesús. Creo que solamente eso da sentido a este absurdo, un hermoso absurdo. Pero ver la multitud sintiendo al Papa, no viéndolo. Sintiendo su presencia y esperando su voz. Aguardando, como me dijo una chica venezolana, 11 horas para poder entrar el día que se encontraba con los argentinos y se quería "colar". ¡11 horas! Solamente la fe, solamente la locura de la fe de los jóvenes le da sentido. Ese es el paso de Dios y creo que a nosotros nos enseña —a los que dejamos de ser jóvenes hace rato— a tratar de vivir y buscar esa simple heroicidad cotidiana.
El domingo 28 por la tarde, el Papa Francisco mantuvo un encuentro fundamental para su pontificado con el equipo coordinador del CELAM a quien le dirige ese discurso que —en la opinión del padre Lombardi— junto con el discurso que brindó a los obispos de Brasil, son de los medulares marcando el rumbo del pontificado de Francisco. ¿Cómo recibiste esas palabras del Papa?

Como argentino y como obispo auxiliar de Bergoglio diventato Papa, los argentinos corremos con ventaja porque venimos escuchando estas palabras hace más de 15 años. En un novelista uno puede decir "se repite". Pero en un pastor uno tiene que decir "es coherente". Tiene una mirada sobre la Iglesia, un querer sobre la Iglesia, tiene una mirada y un sentido de lo que tiene que ser un pastor que fue lo que puso de manifiesto simplemente en su discurso medular. Y no es soberbia: para nosotros no hay cosas demasiado nuevas. Pero qué hermoso que lo que ella ha ensayado con nosotros ahora se lo diga a la Iglesia toda.

De todos los gestos del Papa Francisco que se vieron en las pantallas del mundo durante la JMJ Río 2013, ¿hubo alguno que te haya impactado más que otro?

(se ríe) Sin duda, dos. Primero cuando le pusieron el collar de flores en la favela… Es que era impensable. Yo pensaba en el Bergoglio de cada día de estos diez años, y que le pongan un collar de flores y se lo deje puesto me resulta impensable y solamente la gracia de estado lo ha hecho posible. El otro hecho fue cuando se puso el gorro de los indios, también, que era como un plato en la cabeza, pensé: es otro Bergoglio. ¿Lo han cambiado? No. Ahora tiene esta responsabilidad que es la de Pablo: hacerse todo a todos. 


¿Y el niñito que se le abrazó y le dijo "yo quiero ser padre"? ¿Pudiste verlo?

Sí, creo que despierta esas cosas. Qué raro que es esto, ¿no? Que la normalidad despierte esta ebullición dentro de la vida del mundo. Qué mal que estamos para que conmocione un gesto de ternura. Qué mal que estamos para que el hablar sencillamente y decir las cosas "al pan, pan y al vino, vino" sean discursos medulares. Cómo nos hemos ido deformando para que una palabra, que es simplemente la palabra del Evangelio traducido al hoy, sea la gran palabra que puede dar vuelta la historia. Qué mal que estamos pero qué suerte que alguien se anima a decírnosla, alguien se anima a hacerlo, alguien se anima a compartir de esa manera el Evangelio con nosotros. 

Si nos centramos en el mensaje del Papa Francisco visto desde la comunicación, ¿cómo analizás su modo de comunicarse, es distinto a como era en Buenos Aires, ahora tiene más posibilidades técnicas?
¿Por qué llega ahora con esta potencia a través de los medios?

Hay muchas interpretaciones. Él es un comunicador. Siendo Bergoglio hasta se comunicaba con sus silencios. Él comunica y sabe, y como dijo hoy un obispo que no es argentino: "tiene calle". La calle a veces deforma y a veces da la sabiduría de saber llegar a la vida del otro porque uno sabe lo que el otro está viviendo. Creo que ha cambiado el estilo de comunicación desde aquel "buenas tardes" que dijo en la ventana. Es un Papa que habla sencillamente, sin artilugios demasiado complicados, cuando tiene que decir un discurso al pueblo de Dios no lo hace con lenguaje de documento sino que lo hace como el hombre que comparte lo que tiene a aquellos que lo necesitan. Creo que esto hace que la gente lo entienda. Y esto es muy valorado.


*Esta entrevista se llevó a cabo en la Casa de la comunidad de las hermanas de Madre Cabrini, Tijuca, Río de Janeiro, el martes 30 de julio de 2013, y ha sido editada para una mejor comprensión de su contenido.

Conferencia de Prensa de Dom Orani Tempesta, Arzobispo de Río De Janeiro, en el Palacio San Joaquín, Sede del Arzobispado Carioca. Martes 30 de julio

Dom Orani Tempesta. Foto: EcosCEA
Éstos fueron algunos de los conceptos [traducidos y editados] vertidos por Dom Orani:



  • Muchas personas y empresas muy importantes se involucraron desde su función para hacer posible la JMJ. La Iglesia tiene capacidad para producir eventos pero los asesoramientos externos fueron enriquecedores.
  • Esta Jornada es producto de la puesta en común de nuestras capacidades.
  • Soñamos, trabajamos y todo esto va a crecer, va a brotar, dará frutos.
  • Tenemos que agradecer a Dios. Hemos percibido la belleza de la juventud, tan contagiosa y alegre en clave de valores positivos, gente que quiere construir el futuro y con confianza en él.
  • Hubo convivencia en fraternidad en los lugares donde se hospedaron los jóvenes y el pueblo carioca recibió con calidez a los peregrinos.
  • Se vivió una revolución en el comportamiento de las personas, en las playas de Copacabana. Fuimos testigos de muchas revoluciones. Estos escenarios tienen que perdurar: sin violencia, con capacidad de respeto y convivencia en fraternidad. Esto nos marca como ciudad y como nación. Hemos visto a la Providencia conduciendo todo: personas, organización, eventos.
  • Hemos visto al primer Papa latinoamericano pisando América Latina. Él nos encantó a todos. Con su "papamóvil abierto" fue muy cercano a nosotros.
  • Cuando íbamos en el helicóptero y veíamos el Cristo Redentor el Papa rezaba.
  • ¡Cuántos niños fueron presentados al Papa! Hemos visto con especial atención a aquel que se abrazó fuertemente al Papa y estaba tan emocionado. Yo estaba ahí. El niño le dijo: "¡Cómo te quiero!". Y el Papa Francisco le contestó: "Yo también te quiero".
  • Tenemos imágenes del paraíso durante estas jornadas en Río de Janeiro. Dios obró en medio nuestro mientras soñábamos y trabajábamos. Dos actuó con creatividad aunque igualmente somos "muy brasileros" para organizar. Pero para explicar la concreción del tamaño de este encuentro, sólo puedo decir que Dios estuvo entre nosotros. Los cambios de último momento los condujo Dios.
  • Se va a crear un instituto que recopilará —más allá de textos, videos— las vivencias experimentadas durante la JMJ Río 2013.
  • Al finalizar, Dom Orani se dirigió específicamente a los medios de comunicación: "Su trabajo en el Media Center fue muy importante. Ustedes son los ojos y oídos para el mundo todo. De su trabajo depende que el mundo conozca al Papa. El de ustedes es un gran papel".
  • Entrevista* a Monseñor Adalberto Martínez Flores

    Mons. Martínez Flores forma parte del Ordinariato Castrense Paraguayo, Secretario General de la Conferencia Episcopal Paraguaya y Presidente del Departamento de Comunicación y Prensa del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM)

    Mons. Adalberto Martínez Flores. Foto: EcosCEA
    Después de haber pasado la JMJ Río 2013 y habiendo escuchado el discurso que brindó al CELAM en ese marco, ¿cuál es su impresión?
    El Papa se dirigió a los obispos de la coordinación del CELAM que estamos reunidos esta semana y fue una cita importantísima para nosotros obispos y para la región en relación a las propuestas de Aparecida, de la necesidad de que Aparecida pueda tomar la fuerza y el rumbo que se ha propuesto en el año 2007 cuando nació ese documento en la V Conferencia del Episcopado Latinoamericano. Lo hemos tomado como un desafío importante que ahora mismo lo estamos estudiando. Cuando escuchamos el discurso quedamos admirados ante su profundidad y belleza, pero después, poco a poco, se necesita tiempo y reflexión para el intercambio que provoca el análisis. Fue un discurso que nos ha interpelado profundamente a todos los obispos, especialmente al episcopado latinoamericano y caribeño.

    ¿En qué puntualmente se sintieron interpelados?
    En todo lo que se refiere, por ejemplo, a la necesidad de comenzar la revolución de la ternura. Como el Papa nos ha dicho, tiene que ver con la encarnación del Verbo: Jesús que ha venido a habitar entre nosotros, la misericordia que habita en medio de nosotros. El mundo necesita de una Iglesia cercana, de una Iglesia más encarnada en la realidad de la gente, y por supuesto, también los pastores —más específicamente los obispos— que deben ponerse en el papel de ir conduciendo el rebaño y ponerse en primera línea porque el pastoreo no puede delegarse. En ese sentido, los obispos estamos siendo interpelados para ponernos en primera línea y, con ayuda del Espíritu Santo y el ministerio que el Señor nos regala, ponernos a retomar el discurso —como lo estamos haciendo ahora en un intercambio muy valioso— como pastores en la situación en la que estamos reconocer las periferias hacia la que estamos llamados y dejar una "Iglesia centro-autorreferencial" para ir hacia las necesidades de la gente. Abrir las puertas de la Iglesia, no para que esperar que la gente entre, como decía el Papa, sino para salir al encuentro de las personas y buscar a aquellas más necesitadas del mensaje evangélico y dejar la autorreferencialidad.

    ¿Considera usted que el CELAM va a tener un papel decisivo en la interpretación de Aparecida como una nueva vertiente-nutriente para la Iglesia global?

    Creo que el Papa nos está, en cierto modo, desafiando para que Aparecida siga vigente con esas propuestas, sobre todo de discipulado y misión continental. Las conferencias episcopales se han adherido a la propuesta de "misionariedad" de la Iglesia y la misión continental fue posiblemente debilitándose en algunos lugares. Es cierto que existe una gran necesidad de retomar todo el significado de lo que es la misión —que debe ser transversal a todas las secciones de la Iglesia— y no como un acto en sí mismo que puede pasar sino que sea permanente. Eso es lo que quisiéramos en el CELAM y todos los departamentos: hacer una sincera evaluación para saber dónde estamos en relación a Aparecida y retomar su rumbo.


    *Esta entrevista se llevó a cabo en la Casa de la comunidad de las hermanas de Madre Cabrini, Tijuca, Río de Janeiro, el martes 30 de julio de 2013, y ha sido editada para una mejor comprensión de su contenido.

    Entrevista* a Monseñor Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de Tlalnepantla (México) y Presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam)


    Veníamos conversando sobre que el discurso del Papa al CELAM, la presencia del Papa en la JMJ Río 2013 ha dejado sorprendidos a quienes lo conocíamos en Buenos Aires. ¿Qué desafíos se plantean a partir de este discurso, en qué aspecto el CELAM tiene que poner manos a la obra ya!

    Mons. Aguiar Retes. Foto: EcosCEA
    En primer lugar fue una confirmación pero ilustrada con ejemplos, con una claridad que nos dejó muy consolados y contentos de escuchar de esa manera lo que el Papa entiende por la misión continental. En dos dimensiones: la programática y la paradigmática que están allí presentes y hacen de la misión una acción integral, una pastoral organizativa. En ese punto la clave que nos dio es que de esa misma "misionariedad" va a venir la renovación pastoral. No hay una receta hecha. Es precisamente un camino por hacer y desde ahí, con un discernimiento pastoral, podremos ir descubriendo qué cosas han quedado obsoletas que se refieran a actitudes, estructuras o actividades. Y qué cosas son necesarias de implementar para poder hacer que Cristo sea conocido hoy en este mundo.

    ¿Cuáles son los rasgos de Francisco que los episcopados del mundo sería bueno que comenzaran a mostrar?

    Los gestos que él ha ido manifestando a lo largo de estos primeros meses de pontificado nos van hablando: la austeridad, la sencillez, la claridad de hablar brevemente pero muy al punto, la consistencia en sus afirmaciones, las expresiones coloquiales que en un pontífice eran muy raras y las estamos encontrando en casi todos sus discursos. Estos rasgos nos permiten a abrir también nosotros nuestro abanico, nuestra manera de transmitir la buena nueva. Creo que son estos gestos que vamos recogiendo, que la prensa nos los recuerda, los que nos van a ir ayudando a que el Papa Francisco vaya teniendo estas réplicas de lo que él hace, todos los obispos vayamos colegialmente también en esa misma línea.

    Números de la JMJ RÍO 2013

    Más de 3.5 millones de personas participaron de la JMJ Río2013, que contó con eventos en Copacabana, la Quinta da Boa Vista, Río Centro y en diversas parroquias de la ciudad.
    Público:
    23 de julio: 600.000 personas
    25 de julio: 1.2 millones de personas
    26 de julio: 2 millones de personas
    27 de julio: 3.5 millones de personas
    28 de julio: 3.7 millones de personas
    427.000 inscripciones de 175 países
    Países con mayor número de inscriptos: Brasil, Argentina, Estados Unidos, Chile, Italia, Venezuela, Francia, Paraguay, Perú y México.
    55% de los inscriptos fueron mujeres, 45% hombres.
    60% del público inscripto tiene entre 19 y 34 años.
    Inscriptos con pedido de hospedaje: 180.000 aprox.
    Capacidad de hospedaje: 356,400.
    Aproximadamente 800 artistas intervinieron en los Actos Centrales.
    60.000 voluntarios.
    6.500 periodistas acreditados de 57 países.
    264 locales de catequesis, en 25 idiomas.
    100 confesionarios colocados en la Feria Vocacional y en Largo da Carioca.
    4 millones de hostias producidas, 800.000 para la Misa de Envío.
    644 Obispos inscriptos, de los cuales 28 fueron cardenales.
    7.814 sacerdotes registrados.
    632 diáconos.


    Impacto económico: los visitantes gastaron 1.8 billones de Reales (Fuente: Ministerio de Turismo)

    Limpieza Urbana: la Comlurb recolectó 345 toneladas de residuos orgánicos y 45 toneladas de materias reciclables durante toda la semana de la JMJ. Este número representa un 10% menos que lo recolectado en la noche de Año Nuevo en 2012/2013.

    FUENTE: Prensa JMJ Río 2013

    Participaron de la conferencia de prensa, además de Dom Orani, D. Antonio Augusto, Dom Paulo César y Mons. Joel Portella.